PAPILOMAS Y UÑAS INCARNADAS
Verruga Plantar o Papiloma
Una verruga plantar o un papiloma es una lesión tumoral de origen benigno muy frecuente, transmisible y es causada por el virus del papiloma humano (VPH). Las verrugas pueden desarrollarse en cualquier parte del pie, pero normalmente aparecen en la parte inferior del pie (planta).
Causas:
- Son más frecuentes en niños y jóvenes
- Personas con sistema inmune débil
- Haber tenido una verruga plantar previa
- Caminar descalzo por zonas de piscinas o duchas
Es muy común confundirlas con durezas o callos, sobre todo cuando aparecen en zonas de apoyo. Pero se distinguen fácilmente por sus características. Las verrugas tienen una amplia variedad de formas y tamaños. Una verruga podría ser un bulto con una superficie áspera, o podría ser plana y lisa. En el centro de la verruga crecen pequeños vasos sanguíneos para suministrar sangre a la lesión. Tanto en las verrugas comunes como en las verrugas plantares, es posible que estos vasos sanguíneos tengan aspecto de puntos oscuros en el centro de la verruga.
Para diagnosticar una verruga plantar, el podólogo examina el pie del paciente y busca signos y síntomas de una verruga plantar, tras confirmar el diagnóstico el podólogo decidirá que tratamiento es el más adecuado para este, así como consejos para una buena prevención.
Uña incarnada
La inflamación y el dolor que aparecen cuando una uña se clava puede complicarse si no se acude a un profesional desde el inicio de los síntomas. Es más, minimizar los riesgos puede provocar que haya afectación, incluso, del hueso, por lo que recomendamos acudir al podólogo, el cual, le podrá solución a la molestia sin dolor.
La onicocriptosis sucede cuando un borde de la uña se clava bajo la piel del dedo, coloquialmente se conoce como uña encarnada y se puede producir por múltiples causas como llevar las uñas mal cortadas o un calzado muy ajustado, entre otras.
Cuando el paciente percibe el dolor en el dedo, propio de la uña encarnada, la tendencia habitual es intentar cortar la esquina con una tijera, pero por regla general el borde de la uña clavada está demasiado profunda como para poder acceder a él y el corte que se realiza es tan sólo superficial. Además, la dificultad de adquirir una posición adecuada y el excesivo grosor de las uñas pueden complicar aún más el realizar un corte adecuado de la uña.
Si la uña encarnada llega a causar herida es fácil que se produzca una infección provocando un absceso (inflamación de los tejidos con acumulación de pus). Si la uña se deja sin tratamiento, el proceso infeccioso acabará causando un granuloma, que es un tipo especial de inflamación que se encuentra muy vascularizada, y que es exudativa y extremadamente dolorosa.
El tratamiento de la onicocriptosis dependerá de la fase en que se encuentre. El tratamiento inicial será conservador, realizando corte recto de uña y eliminando la espícula que provoca el dolor. Si existe infección se deberá pautar antibiótico para controlar la infección y proceder al tratamiento que se considere.
Si ya se ha instaurado la uña encarnada o se clava la uña con mucha frecuencia e imposibilita o limita la práctica deportiva, el tratamiento definitivo será quirúrgico mediante cirugía podológica.
¿Cómo es la cirugía de la uña encarnada?
En el tratamiento definitivo, existen diferentes técnicas quirúrgicas dependiendo de la morfología de la uña y sus tejidos circundantes. A la hora de elegir la técnica quirúrgica también habrá que tener en cuenta si es un niño o un adulto y si se puede permitir o no la baja laboral. De forma general se realiza lo que se denomina una matricectomia parcial, es decir quitar una lámina de la uña y lo que corresponde a su matriz para que no vuelva a salir, dejando la uña un poquito más estrecha pero imperceptible para el paciente. Los resultados estéticos y funcionales son muy satisfactorios.
Es un procedimiento muy sencillo, que se realiza con anestesia local en el dedo y en la propia consulta sin necesidad de ingresar en el hospital. El tiempo de la cirugía es muy corto, aproximadamente 15-20 minutos, el paciente se va caminando y en 3-4 semanas el dedo está totalmente curado.
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